Mi amigo

Me estás viendo desde ahí, tan callado, ocultas de negro el reproche que hay en ti, he tratado de no mirarte, hasta había creído olvidarte y me puse a soñar con uno mas alto que tú, un cello al que ni conozco. Ya no sé que decirte violín. Adriana escribió acerca de tu buen amigo, ese violín con quien cantabas tartando de afinarte; por eso recordé los tiempos preciosos en los que sufrimos y gozamos juntos.
No puedo creerlo, te lleve tan lejos, cruzamos mares y continentes juntos y ahora estás ahí, muriendo por el abandono, día a día enfrente de mi. No sé que decirte, he encontrado algo que me hace tan feliz, escribo más horas de las que en aquellos tiempos pasaba contigo, pero eso no significa que no pueda dedicarte tiempo a ti.
No hay excusas, te deseo tanto, quiero afinarte, escucharte, tenerte en mis manos horas para lograr algo mínimo y llenarme de satisfacción. ¿Qué va a pasar entre nosotros?, si regreso a tí ¿Me perdonarás? si no regreso, ¿podré realmente olvidar?

1 esencias más:

Regoleta dijo...

Bueno, con este sentimiento, piensa un guion para lo que te había dicho... yo he aprendido a ya no reprocharme por lo que no puedo hacer, pero igual no puedo dejar de sentirme triste cuando pienso en en el abandono en que he dejado a mi fiel instrumento... pero no puedo desprenderme de él... permanecerá en su soledad hasta que yo encuentre una forma "mágica" para dedicarle tiempo a mi escuela y a las otras actividades que igualmente me interesan... hasta entonces, yo sufriré con él.

Publicar un comentario

Vainilla con...